Sientes que es una parte más de ti, sois una, es tu mejor amiga, crees que tienes el control de todo gracias a ella; pero, créeme no es así. No es tu amiga, no quiere lo mejor para ti, solo quiere destruirte, piensas que gracias a ella tu vida está bajo control, te da seguridad, pero nada de eso es real.
Al principio piensas que tú la controlas a ella, te sientes fuerte porque crees que estás haciendo lo que es mejor para ti, pero realmente sólo te estás destruyendo y consumiendo poco a poco, y cada vez vas a ir perdiendo más el control, aunque tú creas que cada vez tienes más poder no es así, te está controlando ella a ti, hasta el punto de que dependas exclusivamente de ella y creas que no puedes vivir sin ella. Porque NUNCA va a ser suficiente, siempre vas a querer más y más hasta el punto en el que te pierdas a ti misma.
Puede que ahora sientas que sin ella no eres nada, que no tienes nada mejor o incluso nada que perder. Ha llegado un punto en el que sientes que tu vida vale tan poco que no te importa incluso perderla, pero no es así, tu vida tiene muchas cosas buenas que mereces vivir, y no hablo de cosas increíbles, experiencias únicas, si no del propio día a día, simplemente eres suficiente para seguir viviendo.
Al principio puede que parezca que no puedes separarte de ella, ahora igual sólo ves cosas buenas, pero en realidad, nada de eso es verdad. No tiene cosas buenas, simplemente eres tú romantizando una enfermedad, pero va a llegar un día que te des cuenta que todo eso que te prometía y que sentías que era lo mejor para ti no es nada cierto y que solo te ha hundido en un pozo profundo. Pero, con el tiempo y tu lucha vas a ser capaz de salir de ese pozo en el que ahora estás metida, aunque no lo veas sí que hay luz al final del túnel. Lo que te espera es mucho mejor que lo que estás viviendo ahora, puede que ahora no lo veas porque creas que tú eres un caso único que no tiene solución, pero sí que la tienes y con tu esfuerzo vas a salir de donde estás porque se puede.
Para salir de ahí tienes que soltar el control del todo, dejarte llevar, al principio es muy duro, pero poco a poco vas a ir viendo cómo te sientes mejor; si siempre guardas una parte de control nunca la soltarás del todo, seguirás atada a ella.
Y recuerda, no necesitas ser perfecta ni para ti, ni mucho menos para la gente, eres suficiente tal y como eres, simplemente resalta aquello que te gusta y aprende a vivir con lo que no te gusta tanto.
Cuando sientas que no te quedan fuerzas, recuérdate por qué empezaste a luchar y reconócete cada pequeño pasito que des, por muy inútil que lo creas.
